La medicina moderna avanza a pasos agigantados y, uno de los más claros ejemplos es la terapia genética. Durante este artículo te actualizamos sobre las fases, las enfermedades para las que está pensada actuar y los riesgos que conlleva este tipo de terapia.
¿Qué es la terapia genética?
a terapia génica es una técnica experimental que busca tratar enfermedades genéticas mediante la manipulación del ADN de un individuo. Este enfoque terapéutico es considerado como una de las áreas de investigación más prometedoras en la medicina moderna, ya que tiene el potencial de curar enfermedades genéticas que no tienen cura actualmente.
Fases de este tipo de terapia
La terapia génica se basa en la introducción de material genético nuevo en las células de un paciente para reemplazar o corregir un gen defectuoso o para modificar el comportamiento de un gen. Esto se puede hacer a través de diferentes técnicas, como la introducción de un vector de terapia génica o la edición genética.
Los vectores de terapia génica son virus modificados que se utilizan para introducir el material genético nuevo en las células del paciente. Estos virus se han modificado para que no causen enfermedades y para que sean capaces de transportar el material genético a las células del paciente de manera segura y eficiente. La edición genética, por otro lado, implica la eliminación o la modificación de secciones específicas del ADN de un individuo para corregir o eliminar una mutación genética.
¿Para qué enfermedades se utilizará más esta terapia?
Aunque la terapia génica todavía se encuentra en sus primeras etapas de investigación, ya se han logrado algunos avances notables en esta área. Por ejemplo, en 2017 se aprobó la primera terapia génica en los Estados Unidos para tratar una forma de leucemia linfoblástica aguda en niños y adultos jóvenes.
Además de la leucemia, la terapia génica también se está investigando para tratar una variedad de enfermedades genéticas, incluyendo la enfermedad de Huntington, la fibrosis quística y la enfermedad de Parkinson. También se está estudiando su potencial para tratar enfermedades adquiridas como el VIH y el cáncer.
Riesgos de la terapia genética
Aunque la terapia génica tiene un gran potencial, también presenta algunos desafíos . Por ejemplo, puede ser difícil de administrar y controlar la cantidad de material genético que se introduce en las células del paciente. Además, puede haber riesgos potenciales de efectos secundarios o reacciones adversas al tratamiento.
Así pues, la terapia génica es una técnica experimental que tiene el potencial de curar enfermedades genéticas y otras afecciones médicas. Aunque todavía se encuentra en sus primeras etapas de investigación, los avances en esta área ofrecen una promesa emocionante para el futuro de la medicina.